Caso de estudio Anti-NSA
En
el reto
ISACA
que tuve la oportunidad de exponer este verano comenté algunas
acciones que quieren llevar a cabo países como Turquía, Venezuela y
Brasil, además de otros países de la Unión Europea para evitar los
casos de espionaje de la NSA. Recientemente hemos conocido, mediante
las revelaciones de Edward Snowden, el proyecto
Tempora
que lidera el GCHQ para acceder a las comunicaciones transoceánicas
que son almacenadas y posteriormente compartidas con la Agencia de
Seguridad Estadounidense NSA. Esta práctica, de pinchar los cables
submarinos, es el principal objetivo de los servicios secretos para
espiar cualquier comunicación, ya que es por estos cables por donde
viaja la mayoría de las comunicaciones entre continentes.
Uno
de los proyectos que comenté y que parece seguir hacia adelante es
que Brasil
prepara su propio cable transoceánico para evitar a la NSA.
En concreto, Brasil se unirá con Portugal mediante un cable
transoceánico por el Océano Atlántico a través de un proyecto de
185 millones de dolares. ¿el
reto? No utilizar tecnología fabricada en EEUU.
Brasil
que quiere moverse hacia tecnología que le proporcione confianza ha
encargado a la compañía brasileña Telebrás, la
cual es proveedora de Cisco, que planifique, diseñe y ejecute el
proyecto aliándose con compañías nacionales, europeas y asiáticas.
Telebrás
ha firmado un acuerdo con la compañía madrileña IslaLink,
o lo que queda de ella, ya que el 80% de ésta ha sido comprada
recientemente por un fondo de inversión nórdico. Además, Telebrás
se asociará con la compañía brasileña Padtec y aún está en el
aire si participarán compañías como Huawei, Alcatel o Ericcson.
Este
sentimiento anti-NSA está beneficiando a las pequeñas y medianas
empresas brasileñas, mientras que otras compañías como Cisco ven
caer su facturación tras las revelaciones de Edward Snowden, a pesar
de haber propuesto una
inversión
de
un billon de dólares en Brasil.
Los
altos aranceles para importar tecnología y la aprobación de un
decreto que obliga a las agencias y ministerios a utilizar solo
servicios y tecnologías de empresas nacionales está fomentando aún
más el desarrollo tecnológico en el país brasileño.
Elaborar estrategias y políticas para evitar el espionaje, fomentar
el desarrollo tecnológico y disminuir la tasa de desempleo no es una
tarea sencilla. Sin embargo, llevar a cabo iniciativas y proyectos
como lo está haciendo el gobierno brasileño, aunque tenga que
romper algunas alianzas con compañías estadounidenses, parece ser
que puede ser la dirección adecuada para no depender exclusivamente
de la tecnología fabricada en EEUU. Obviamente estas políticas tan
sólo deberían afectar a servicios públicos e infraestructuras
críticas para mantener la seguridad del país, mientras que
cualquier otra actividad privada debería poder utilizar la
tecnología que más se adapte a sus necesidades independientemente
de su origen, ya que si esto no fuese así estaríamos debilitando la
competitividad internacional en el desarrollo empresarial.
Un saludo amigos y deja tus comentarios!!
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