La confianza
La
confianza es un riesgo que toda organización debe asumir y por tanto
es un peligro en cuanto a seguridad, sin embargo hay que intentar
controlarlo de la mejor manera posible firmando acuerdos de
confidencialidad, clasificando la información, estableciendo
políticas de seguridad, asignando permisos de accesos por roles o
usuarios, etc. Pero por muchos controles que se establezcan la
confianza puede saltárselos todos, revelando contraseñas,
compartiendo documentos, en definitiva, proporcionando información
confidencial a un tercero. Es en este punto donde entra la
profesionalidad y la valía de cada persona, en el que debe tenerse
cuidado qué se dice, a quién se dice y cómo se dice, ya que el
traspaso de cierta información puede dificultar el éxito de un
proyecto, puede desencadenar la perdida de clientes o incluso puede
comprometer la continuidad de un negocio. Desde los
ejecutivos, directores, consejeros, CEO, CIO, CSO hasta técnicos,
limpiadores, electricistas, guardas de seguridad, etc, todos tenemos
información confidencial, de mayor o menor grado, que no deberíamos
revelar bajo ninguna circunstancia tanto durante el empleo como tras
el cese del empleo o cambio de puesto de trabajo.
Ejemplo
de estos problemas se ven diariamente, como el caso de la Operación Pitusa
donde hay más de 80 personas detenidas por el traspaso de
información confidencial, desde agentes de la Guardia Civil,
empleados públicos de las Seguridad Social o empleados de compañías
telefónicas. Todos nosotros hemos cedido datos personales, tanto a
compañías privadas como públicas, confiando en que estos datos no
serían utilizados y vendidos para otro fin que no fuese por el que
se entregaron, pero vemos que la confianza y los sobornos lo pueden
todo, se han saltado todos los controles de seguridad definidos y
finalmente nuestros datos han sido expuestos y utilizados por mafias.
Otro caso reciente es la detención del mayordomo y hombre de confianza del papa
Benedicto XVI donde se ha podido comprobar que el ex mayordomo del
Papa fotocopiaba documentos y los filtraba a la prensa, y por tanto
violaba todas las políticas de seguridad.
Pero
no solo es trasladable a la confianza de las personas, sino también
a la confianza técnica como puede ser la confianza que tenga un
equipo o usuario a un certificado. En este caso quiero hacer
referencia al robo del certificado de Adobe
donde varios hackers lo han utilizado para propagar malware e
infectar los equipos de los usuarios, con el certificado firmaban el
malware y lo distribuían engañando a los usuarios, y saltándose
los antivirus y políticas de seguridad de los Sistemas Operativos
con el objetivo de contagiar y controlar el mayor número posible de
equipos.
Para
finalizar, aunque la confianza es difícil de controlar y medir, es
necesario y recomendable establecer unos controles mínimos para
evitar situaciones desastrosas, y por tanto en este caso se aconseja
cumplir todos los controles pertenecientes a los dominios A8 –
Seguridad ligada a los recursos humanos y A15 – Cumplimiento.
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