Turquía
Este
verano he tenido la suerte de pasar mis “vacaciones” en Turquía.
Como soy incapaz de estar “tirao a la bartola”, decidí hacer un
campo de trabajo como voluntario, lo que me permitiría hacer
turismo, realizar una labor social, conocer a muchísima gente,
practicar Inglés y
desconectar.
El
campo de trabajo consistía en rehabilitar un colegio en un pequeño
pueblo llamado
Atabey al
suroeste de Turquía. Entre mis tareas se encontraban pintar y
limpiar, aunque también he tenido la oportunidad de visitar cuevas,
playas, trekking, montar a caballo y realizar deporte.
Antes
de comenzar el voluntariado visité Estambul donde conocí al
coordinador del campo de trabajo, por
cierto estudiante de informática.
Él nos enseñó la enorme ciudad de 14 millones de habitantes donde
visitamos lugares turísticos, como el Gran Bazar y las mezquitas de
Europa, y otros
no tan turísticos en la parte de Asia.
Durante
mi estancia, Turquía se encontraba en campaña electoral para elegir
nuevo presidente, así que tuve la oportunidad de preguntar e
informarme sobre los electos. Erdogan fundador
del
partido AKP y
primer
ministro durante 11 años, se presentaba a la presidencia. En su
curriculum se encuentran las protestas del año 2013
donde murieron 11 personas y 8000 heridos porque los ciudadanos
acamparon en el Parque Taksim para evitar que la única zona verde de
Estambul fuese urbanizada para construir un centro comercial. Su
política está basada en el autoritarismo como la prohibición del
consumo de alcohol, prohibir besarse
en público o el último intento de prohibir a las mujeres reírse
en público. Incluso
este mismo año, tras el escándalo de corrupción del Gobierno de
Erdogan, se aprobó una ley que permitía bloquear webs sin orden judicial,
mediante
un sistema de seguridad perimetral Palo Alto y una redirección de
los DNS más
de 40.000 webs fueron afectadas, entre ellas se encontraban webs que
apoyaban a los Kurdos, webs de citas de homosexuales, y
redes
sociales como Twitter y YouTube. A
pesar de ser acusado de manipular el recuento de los votos en las últimas elecciones locales,
parece tener suficientes devotos
conservadores y religiosos ya
que
este
verano Erdogan
ha
conseguido ganar las elecciones presidenciales.
Tras
pasar por Estambul, me dirigí a Atabey, un pueblo de 4000 habitantes
con tres colegios. Visitamos
al alcalde del pueblo que nos recalcó la importancia de la
educación, aunque no llegué a entender cómo en un pueblo tan
pequeño el alcalde
puede tener chofer y coche oficial. También
me resultó curioso la de botellas rotas que te encontrabas en el
campo porque la gente salía del pueblo a beber alcohol y luego no
podían entrar con las botellas vacías al pueblo, ¡primero la
religión y después el medio ambiente! El
colegio donde nos alojábamos estaba “inundado” de cámaras de
videovigilancia como si los niños fuesen delincuentes, incluso me
encontré una tienda en el pueblo que se dedicaba a vender cámaras.
Con
respecto al acceso a Internet, al abrir twitter
me encontré con un certificado SSL
de un equipo de
seguridad perimetral
FortiGate 1240B, por lo que deduje que estaban haciendo análisis del
tráfico generado por los
estudiantes, además
de bloquear redes sociales como Facebook. Por
otro lado,
el ancho de banda dejaba mucho que desear, ya lo había
dicho el estudio de Akamai que sitúa a Turquía en el puesto 53 de
la Unión Europea con un ancho de banda medio de 4,3 Mbps, mientras
que España está en el puesto 32 con una media de 6,6 Mbps.
Una vez finalizado el campo de trabajo, volvimos a Estambul a pasar
unos días. Allí tuve la oportunidad de conocer a dos
desarrolladores de aplicaciones móviles, estudiantes y trabajadores,
así que estuvimos hablando sobre la situación de los informáticos.
Me comentaron que en Estambul los ingenieros informáticos están muy
valorados, de hecho los salarios están por encima de Extremadura
mientras que el coste de vida está por debajo. Con respecto al paro,
Turquía no llega al 9% de paro, mientras que en España
seguimos en el 25%. Supongo que este es el motivo por el que la
mayoría de Turcos no saben Inglés, porque no han tenido la
necesidad de buscar trabajo en otro país, aunque sí que tienen la
facilidad de recibir las clases de la Universidad en Inglés.
Para finalizar, simplemente comentar que ha sido una experiencia
inolvidable, que además de conocer una nueva cultura y a mucha
gente, he podido comprobar lo servicial, amables y divertidos que son
nuestros amigos los Turcos.
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